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Una y otra vez me piden que explique más sobre la terapia de frecuencia. Esto es similar a pedir una explicación de cómo funciona realmente el teléfono. Es difícil de describir, lo importante es que funciona. El científico Dr. Royal Raymond Rife es uno de los grandes genios del último siglo en el campo de la "salud". Su microscopio (hasta 30.000 aumentos ópticos) y una terapia de frecuencia altamente efectiva han hecho creer que el fin de todo las enfermedades están a la vista. En 1934, una universidad de California encargó a un excelente comité de investigación médica que tratara a dieciséis pacientes seleccionados con cáncer terminal del Hospital del Condado de Pasadena en el laboratorio clínico de Rife en San Diego. El equipo incluía médicos que debían examinar a los pacientes después de 90 días, siempre que aún estuvieran vivos. Sorprendentemente, después de tres meses de tratamiento, los 16 pacientes aún estaban vivos y, después de examinarlos, el comité informó que catorce pacientes se habían recuperado por completo. Después de modificar ligeramente el tratamiento de Rife, los dos pacientes restantes también se recuperaron durante el mes siguiente. Royal Raymond Rife desarrolló originalmente un dispositivo que funcionaba con un tubo de plasma. En la década de 1950, con el ingeniero John Crane, desarrolló un nuevo tipo de dispositivo de terapia de frecuencia que usaba electrodos colocados en el cuerpo para enviar ondas electromagnéticas al cuerpo. Solo 10 años después, la Asociación Médica Estadounidense también puso fin a esta forma de terapia. En 1960, el laboratorio de John Crane fue registrado sin orden judicial y los documentos resultantes de años de trabajo fueron confiscados o destruidos. Si bien hubo amplia evidencia de la efectividad de la terapia Rife Crane, no fue admitida en la corte. Todos los registros clínicos de su trabajo han sido eliminados de los archivos científicos. La trágica historia de la terapia de frecuencia de Rife se puede leer en el conocido libro de Barry Lyne, El informe de Rife: la cura del cáncer que funcionó. Otras personalidades que se ocuparon de frecuencias y energías fueron, por ejemplo, Nicola Tesla, Hulda Clark y George Lakhovsky, etc. Ahora tengo varios dispositivos con una base de datos de más de 60.000 frecuencias. TODO ES POSIBLE. Yo mismo ahora encuentro el tratamiento tan brillante que escribo mis propios programas, adaptados a los deseos y necesidades de mis clientes. Como miembro de un pequeño grupo dedicado a curar todas las enfermedades de forma energética, ahora me complace ofrecer los productos que hemos desarrollado.